Estudios científicos de la Spirulina realizados por parte de IPN en México.
La diabetes y la colesterolemia (colesterol alto) son enfermedades que incapacitan a las personas desde el punto de vista individual, familiar y social. Inducen cambios en la dinámica cotidiana por requerir de un tratamiento y control de por vida. Su frecuencia, prevalencia y mortalidad las señalan como serios problemas de salud pública.
Con el objetivo de enfrentar esta situación, el doctor Germán Chamorro Cevallos, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, realiza estudios científicos de la spirulina sobre la farmacología y toxicología del alga para combatir estos y otros padecimientos. La Spirulina ha sido motivo de diversas investigaciones realizadas por científicos.
La Spirulina es un complemento rico en proteínas (hasta 70%). Vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, ficocianina y compuestos antioxidantes, entre otros nutrientes. Se le considera un producto natural con acción terapéutica de gran efectividad.
El doctor Chamorro Cevallos afirma con base a los estudios científicos de la spirulina:
“además de sus cualidades nutrimentales, a la Spirulina se le han atribuido múltiples propiedades farmacológicas. La Spirulina, puede ser útil como coadyuvante en el tratamiento de la diabetes. En el control de los niveles altos de colesterol. Contra padecimientos cardiovasculares. En enfermedades del sistema inmune. Y en alergias e infecciones virales, entre otras enfermedades. En relación con las infecciones virales, diversos investigadores han encontrado actividad de la Spirulina contra el virus de la hepatitis C, de la influenza A y del herpes simple tipo 1”.
Además los estudios científicos de la spirulina realizados por el doctor Germán Chamorro abarcan la capacidad que tiene esta alga para proteger contra las malformaciones congénitas producidas por contaminantes ambientales como el cadmio, por fármacos como la hidroxiurea (medicamento contra algunos cánceres) y por el anticonvulsionante ácido valproico.
Así mismo estudia la capacidad de la Spirulina para contrarrestar la actividad tóxica del anticancerígeno ciclofosfamida y del agente contaminante benzopireno.
En estos experimentos, fue administrada a los animales en su dieta en concentraciones que superaron el consumo humano. El resultado ha permitido llegar a la conclusión de que el empleo del alga es seguro.
«Así, -continúa el doctor Chamorro- se estima que una persona puede consumir hasta una cantidad diaria de 30 gramos sin que se ocasionen efectos indeseables. Sin embargo, una ingestión de uno a cinco gramos antes de las comidas, durante un tiempo prolongado, sería la más recomendable, suficiente y razonable”.
Se busca masificar la producción y consumo de Spirulina.
Una de las posibilidades actuales es cultivarla en casa. No tiene complicaciones y se requiere de una pequeña inversión para construir un reactor sencillo, con suficiente luz y un medio adecuado en sales para su cultivo. La cepa se puede conseguir gratuitamente en instituciones que trabajan con algas. Como por ejemplo la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional de México, en donde también se pueden dar las instrucciones para su proceso de cultivo.
La Spirulina es un alga azul-verde que fue consumida en tiempos de la civilización azteca y se obtenía del Lago de Texcoco. Desafortunadamente se dejó de producir en el país a partir de la conquista española. Se sigue cultivando en forma natural en el lago Tchad de África Central. En México se llegó a producir hasta una tonelada y media por día; su producción actual en el mundo supera las 2,000 toneladas por año. Hace falta el interés de los inversionistas para producirla a gran escala.
La Spirulina contribuye en el tratamiento de varias enfermedades.
No se pretende que la Spirulina sustituya a los medicamentos utilizados actualmente para el tratamiento de la diabetes, la hipercolesterolemia (niveles altos de colesterol) u otros padecimientos para los que, desde el punto de vista experimental, se ha comprobado su utilidad. Se recomienda, más bien que se emplee como coadyuvante de los fármacos ya existentes. Es necesario recordar que el empleo de productos naturales está, en forma general, exento de producir efectos indeseables.
Además, la Spirulina ha contribuido a solucionar problemas de desnutrición en países del mundo. Aunque en México y Latinoamérica esta problemática afecta en menor grado, la Spirulina podría ayudar a resolverla.
Actualmente, el doctor Germán Chamorro colabora en otra importante línea de investigación. Tiene como objetivo principal el desarrollo de nuevos fármacos anticonvulsionantes. También participa en otros proyectos para disminuir los niveles de colesterol en sangre.
El trabajo está enfocado al estudio de la farmacología y toxicología de nuevas moléculas de síntesis obtenidas en laboratorios de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. Este tipo de estudios demuestran que las moléculas poseen un efecto similar o superior al de las ya existentes. También permiten inferir que están exentas de toxicidad. Son estudios completos que se llevan a cabo por periodos de corto, mediano y largo plazo. Los cuales son indispensables para su posterior estudio y uso clínico.
“El camino para lograr esto no es fácil ni corto. Se necesita la concurrencia de investigadores de diferentes áreas”, concluye el doctor Germán Chamorro.
Esta información sobre los Estudios científicos de la spirulina estaba basada en un texto de: www.conacytprensa.mx/
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